Powered By Blogger

martes, 12 de noviembre de 2013

Donde solíamos estar

El invierno siempre llega
para congelarlo todo.
Corazones, primaveras,
el otoño es solo una premisa
del frío que vamos a pasar.
Tú y yo.

Otra vez bajo cero, 
otra vez miradas perdidas,
chaquetas con la cremallera 
hasta arriba.
Y hasta arriba también volcamos 
nuestros vasos.
Colocados sin permiso,
andando por el mundo como
uno más, 
queriendo ser uno menos.

Inventando ciudades donde 
vivir historias que soñamos,
porque donde vivimos no hay
otros lugares donde soñar
que no sean tus piernas.

Creándonos a partir de 
inseguridades, de planes
de futuro, aunque siga
estancado en un pasado 
en el que sólo estabas tú.

Y aún sigo pasando
todos los días por 
los mismo sitios, 
por las mismas puertas,
por el mismo camino
hasta llegar a casa. 
Sigo comprándome
el café en el bar de la
esquina. Y en la esquina
sigo fumándome el 
cigarro después de clase.
Sigo escuchando
el mismo grupo
que me recomendaste,
sigo leyendo a Hemingway,
aunque París
ya no sea una fiesta.
Sigo sin creer en Dios,
porque cuando madrugo
no está para ayudarme.
Sigo despertándome
en mi cama, y 
sigo durmiendo 
(aunque cada vez menos).

Ya lo sabes.
Todo sigue igual.
El mundo sigue girando.
Lo único es que tú no estás.



¿A que no sabes dónde he vuelto hoy?

No hay comentarios:

Publicar un comentario